Inauguran huerto comunitario del proyecto: Sembrando raíces, tejiendo vínculos

Un espacio colaborativo que integra saberes territoriales, participación estudiantil y acciones para avanzar hacia un campus más sustentable.

En el Campus La Castilla de la Universidad del Bío-Bío se realizó la inauguración del huerto comunitario del proyecto “Sembrando raíces, tejiendo vínculos: UBB avanza hacia un Campus Sustentable”, impulsado por el Centro de Intervención e Investigación Social de la Escuela de Trabajo Social (CIISETS-UBB) y financiado por la Red Compromiso con el Desarrollo Sustentable del CUECH.

La actividad reunió a autoridades universitarias y regionales, estudiantes, organizaciones de Ñuble vinculadas a huertas comunitarias y equipos de trabajo que han sido parte activa del proceso.

El huerto comunitario, ubicado a un costado de los laboratorios de computación del Campus La Castilla, se ha ido construyendo de manera colaborativa junto a asociaciones de la región, estudiantes de Trabajo Social y diversas instituciones del territorio, dando forma a un espacio que combina conocimientos agrícolas, identidad local, prácticas sostenibles y participación comunitaria.

Durante la jornada, la prorrectora de la Universidad del Bío-Bío, Dra. María Angélica Caro Gutiérrez, relevó la importancia del trabajo colectivo en torno a la sustentabilidad: “Hoy día estamos relevando el trabajo que se puede hacer colaborativamente por parte de nuestros estudiantes, nuestros académicos, toda la comunidad universitaria y también la comunidad que nos rodea. Reconocer el valor de nuestra tierra y de las acciones que necesitamos realizar constantemente para poder sustentarlo”.

Asimismo, el académico del Departamento de Ciencias Sociales y coordinador del CIISETS, Mg. Héctor Vargas Muñoz, explicó la amplitud del proyecto y sus próximos pasos: “Tenemos un proyecto aquí en ejecución con tres componentes: uno que es la infraestructura productiva, el invernadero donde vamos a producir hortalizas; hay bancales también y una huerta medicinal. Otro componente es el de infraestructura recreativa, donde construiremos mesas, sillas y otros elementos para disfrutar este espacio. Y el tercer componente es formativo”, detalló.

En esa línea, el trabajo conjunto con organizaciones y servicios del territorio ha sido clave. Rodrigo Orrego Leyton, profesional de apoyo de la Seremi de Agricultura de Ñuble, destacó el acompañamiento técnico desplegado durante el proceso: “Hemos estado aquí trabajando con los muchachos y las muchachas para lograr esto que ya se va materializando: el invernadero y las camas de cultivo. Creemos que este es un buen inicio para seguir apoyándoles y que esto siga creciendo. Ahora necesitamos instalar un riego; se vienen hartas cosas para el próximo año”.

El protagonismo estudiantil también fue parte central de la ceremonia. Para Marco Viveros, estudiante de Trabajo Social UBB, la iniciativa tiene un profundo valor formativo: “Esta es una experiencia súper importante para nosotros en nuestra formación profesional, considerando que el medioambiente es una problemática emergente de la cual también tenemos que hacernos cargo”.

Desde la Dirección General de Relaciones Institucionales, a través de las Oficinas de Cultura Sustentable y de Vinculación con el Medio, se destacó el carácter birregional del trabajo realizado y el aporte que este tipo de iniciativas representa para fortalecer el vínculo con las comunidades y avanzar en la construcción de entornos universitarios más conscientes, participativos y conectados con los desafíos del territorio.

El huerto comunitario se proyecta como un espacio vivo, abierto a la colaboración, al aprendizaje mutuo y a la continuidad de acciones que promuevan la sustentabilidad desde una perspectiva social, educativa y territorial.